Por Roberth Ramírez A. 

4. Las Muertes en las Prisiones Latinoamericanas. 

Algunos expertos argumentan que cambios en las reformas penales y penitenciarias dirigidos al reforzamiento de la burocracia y al aumento de la penalidad ha generado el clímax perfecto para un espacio de muerte dentro de los recintos carcelarios. Y es que en el ámbito carcelario se ha generado un vacío de legalidad, mediante el cual burlonamente el amparo de la persona privada de libertad mediante la expresión de los derechos y las protecciones jurídicas se esfuma ante la violencia desencadenada por los denigres contextos de reclusión presentados en Latinoamérica. A lo mejor y es menester admitir que los ritos de iniciación en el ámbito carcelario transfieren no más que el mero discernimiento fundamental que “(…) deben tener los reclusos sobre la convivencia violenta en los patios y la siempre posible destrucción del cuerpo a través del desmembramiento o la muerte, para enseñar a los recién llegados que el sometimiento a las reglas de la convivencia penitenciaria y la admisión de las condiciones infames de reclusión son o deberían ser- formas de violencia preferibles a la aniquilación total o parcial del cuerpo”. (Ariza & Tamayo, 2020, pág. 10)

Las Muertes en las Prisiones Latinoamericanas también son hijas y razón de ser de una exagerada incapacidad de las instituciones carcelarias del orbe al no poder mantenerse separadas del mundo exterior, ya que el universo de las instituciones penitenciarias se sigue manteniendo adherido a los convenios, ritos y normas impuestas desde lo externo, a saber por parte de las instituciones y alianzas criminales de mayor poderío en la región de Latinoamérica. Nos guste o no, en las prisiones de nuestra prolongación el guerrillero sigue siendo guerrillero, y el traficante de estupefacientes lo sigue siendo, a la vez que continúa perteneciendo a alguna organización criminal.

Penosamente, la vida dentro de los muros y rejas de los recintos carcelarios de Latinoamérica es gobernada por los privados de libertad de mayor poderío, y no por la institucionalidad penitenciaria, por consecuente desemboca en una serie de códigos, normativas y actos criminales lo cual se refleja en la violencia y muerte presente en las prisiones y la perenne lucha entre bandas rivales. Y es que el hacinamiento carcelario, la precariedad de los centros penales y el abandono por parte de las autoridades competentes adjudican a las cárceles latinoamericanas el título de las más salvajes del mundo.

                                                                                   (Druckmann, s.f.)

En el Estado costarricense recientemente se abrió el nuevo CAI las Terrazas, ubicado en San Rafael de Alajuela con una capacidad para albergar 1248 personas, y con una infraestructura en teoría óptima, ya que este complejo carcelario cuenta con 6 terrazas constituidas por 6 pabellones cada una, con dos dormitorios, un gimnasio y comedor, e incluso con espacios para labores administrativas para los reclusos como las delegadas por el área jurídica, la de trabajo social, la de psicología entre otras más por citar. Empero a pesar de que el panorama arquitectónico no parece nada mal el manejo para hoy es un completo caos.

En este centro penal apenas abierto en noviembre del 2021 ya se han suscitado 2 muertes por la lucha entre bandas rivales, a la vez que y según lo narrado por algunos policías custodias de la institución en algunos pabellones ya el control pertenece a los residentes, debido a que la institución se encuentra imposibilitada a la hora de cubrir las demandas y necesidades, lo cual ha dado paso a que privados de alto perfil procedentes de organizaciones y bandas dedicadas al crimen organizado tomen paulatinamente el control del penal.

Efectivamente, el oficial de la Policía Penitenciaria Jason Guido destacado en este centro penal en entrevista relató que “la higiene es mínima, los alimentos insuficientes a la vez que escasos y no menos significativo se realizó una perfilación y clasificación criminal deficiente por parte de la Dirección de la Policía y del Instituto Nacional de Criminología, ya que en un mismo espacio carcelario se introdujo una mezcla de privados con penas de 10, 15, 30 y hasta 50 años de prisión, siendo que todos corresponden a un perfil diferente, lo cual y al combinarlos ha dado paso a maltratos entre los reclusos,, riñas, atropellos a los derechos  humanos y las libertades fundamentales de estos, y a una incapacidad policial ante el poderío de algunos criminales cuyos se presentan con demasía en cuantía y poder ante un cuerpo policial cada vez más carente de recursos”. (Guido, 2022)

La tarde de este sábado fue asesinado en prisión Donald Alberto Salmón Meléndez, de 36 años, quien descontaba una condena de 50 años de prisión por el asesinato del ambientalista Jairo Mora. El privado de libertad falleció tras recibir una puñalada durante una riña en el Centro de Atención Integral (CAI) Terrazas, ubicado en San Rafael de Alajuela. (Bolaños, 2022)

Podemos diferir entonces, que las muertes en las prisiones son en buena medida producto de las penurias, insuficiencias y atropellos sufridos por la poblacion privada de libertad, cuya debe de luchar con enfermedades, dependencia a las drogas, autolesiones, agresiones en parte herencia de las insuficiencias y desinterés estatal a la hora de atender las demandas de los privados de libertad.

Por su parte la prisión del Turi, ubicada en la sureña ciudad de Cuenca, Ecuador fue recientemente un escenario desconsolador donde murieron al menos 20 reclusos, en un incidente que una vez más pone en evidencia la violencia existente en el sistema penitenciario latinoamericano, y la falta de control por parte de los Estados, en este caso el ecuatoriano. De hecho, el Ministro del Interior Patricio Carrillo reconoció que a lo interno del sistema penal ecuatoriano "hay una organización que quiere tener un poder absoluto al interior de los centros y hay unas células que se han rebelado contra ellos (…)" (BBC News, 2022)

Sin duda alguna el hacinamiento, la insalubridad, la corrupción y el desinterés por parte de las autoridades al versen sin recursos presupuestarios son algunas de las más notorias características que comparten los sistemas penitenciarios de América Latina, al punto que en este contexto florecen los atropellos a los derechos humanos de las personas privadas de libertad, a la vez que la violencia conquista los recintos carcelarios dejando muerte y desolación. 

Mediante el subsiguiente video se pueden observar las patéticas huellas de la muerte en una prisión del Estado Brasileño:

                                                                                         (Salazar, Sf)

Referencias Bibliográficas

Ariza, L., & Tamayo, F. (2020). El cuerpo de los condenados. Cárcel y violencia en América Latina. Revista de Estudios Sociales, 1-23. Obtenido de https://aprende.uned.ac.cr/course/view.php?id=431

BBC News. (4 de ABRIL de 2022). Ecuador: motín carcelario deja 20 muertos y provoca la movilización de cientos de militares y policías. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-60977430

Bolaños, R. (19 de febrero de 2022). Matan a privado de libertad que escondía droga y alhajas entre su ropa. Obtenido de https://www.nacion.com/sucesos/crimenes/presidiario-muere-apunalado-tras-rina-en-carcel-de/XYKQJG5YYBFCTF5BWKWEHR5JS4/story/

Druckmann, V. (s.f.). Sobrepoblación, caos y muerte en las cárceles de América Latina. Obtenido de https://puenteaereodigital.com/america/sobrepoblacion-caos-y-muerte-en-las-carceles-de-america-latina/

Guido, J. (12 de abril de 2022). La realidad de Terrazas . (R. Ramírez, Entrevistador)

Salazar, M. (Sf). Sangriento motín en la cárcel de Brasil [archivo de video]. Recuperado el 12 de abril de 2022, de https://www.youtube.com/watch?v=QdAf0L-sXdg

                                                   


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